jueves, 11 de diciembre de 2014

Pueblos abandonados en América del Sur


Armero, Colombia y la tragedia del Nevado del Ruíz





La ciudad de Armero, fundada en 1895 y erigida en municipio en 1908, tenía más de 30.000 habitantes en 1985. En noviembre de 1984, después de 138 años de inactividad, el volcán Nevado de Ruíz reinició su actividad y un año después, el 13 de noviembre de 1985, erupcionó causando el deshielo del nevado que, a su vez, causó la muerte de cerca de 20.000 personas en la ciudad de Armero. A partir de ese momento, los sobrevivientes fueron ubicados en la ciudad de Lérida y Armero Guayabal con el apoyo del gobierno… y detrás quedaba una ciudad con el 96% de su casco urbano enterrado bajo la lava y las cenizas del volcán.

Datos curiosos: el día anterior a la tragedia, el Banco de Colombia tenía 40 millones 266 mil pesos – a ver si me ayudan con la conversión a dólares – (Yo te ayudo: COP 40’266.000 son aproximadamente USD 21.200) y además tenían en la caja fuerte en el subsuelo 270 millones de pesos en ahorros (USD 142.600), 252 millones en certificados de ahorro (USD 133.200) y una cartera de 1.000 millones de pesos (USD 528.500). Todo el dinero quedó enterrado debido a que los tres funcionarios que conocían la combinación de la bóveda fallecieron. Luego de lo sucedido, los antiguos pobladores hicieron tumbas donde quedaban sus casas para honrar a sus muertos. Posteriormente la zona fue declarada Campo Santo y, en 1986, el Papa Juan Pablo II visitó el lugar para dejar una cruz como homenaje a los muertos en la tragedia.






Sewell, Chile… la ciudad de las escaleras


Ahora volemos hasta Chile a la ciudad de Sewell. Fundada en 1904 a 150 kilómetros de Santiago con el nombre de El Establecimiento por la empresa Minera Braden Copper Company, alcanzó los 14.000 habitantes en 1918. En 1915 se decidió cambiar el nombre en honor a un alto directivo de la compañía minera que apoyó la minería del cobre en tierras chilenas y que había fallecido ese año. Posteriormente, en 1965, el estado chileno inicia lo que sería la nacionalización del cobre adquiriendo la mayoría de las acciones de la empresa. Este proceso finalizaría en 1971 cuando el estado traslada a los habitantes de Sewell a Rancagua debido a que no puede asumir los costos del campamento minero. Como dato curioso, una particularidad de Sewell es que no tiene calles y la que sería la calle principal es en realidad una gran escalera. Hoy día se pueden ver unos cincuenta edificios originales que corresponderían al centro de la ciudad y, aunque muchos fueron demolidos y desmantelados en los años ochenta, la ciudad es patrimonio de la humanidad desde el 2006. En la actualidad hay tours que salen de Rancagua para conocer la ciudad con guías turísticos.




Villa Epecuén, Argentina... la aldea desierta 



Villa Epecuén era el nombre que recibía una villa turísticaque se ubicaba en el partido de Adolfo Alsina , en Argentina.

Epecuén proviene de la lengua mapuche, pero todavía hoy está en debate cuál es su significado. Una interpretación bastante aceptada es que deriva de "Epe" (casi) y "Cuen" (Asar), debido al blanco que da la hipersalinidad del agua de la laguna. Otros, cambian el "Cuen" por "Cuel" (límite), aduciendo que ese blanco divide las tierras buenas de las malas.

Otras interpretaciones apuntan a lecturas tan diversas como "eterna primavera" o "flor de ceniza".
La creación de la villa turística data de la década de 1920. Gran número de visitantes llegaban desde Buenos Aires a través de las líneas de los ferrocarriles. El Ferrocarril Oeste (hoy Sarmiento) servía la estación Villa Epecuén, mientras que el Ferrocarril Midland y el Ferrocarril del Sud llevaba pasajeros hasta la estación Carhué.
Así se desarrolló el turismo en Epecuén, llegando a contar con 5.000 plazas declaradas y 2.000 sin declarar. Eran 280 establecimientos, entre hospedajes, pensiones, hoteles y comercios que llegaron a recibir en las décadas de 1950 a 1970 a 25.000 turistas de noviembre a marzo. La Villa llegó a poseer 1.500 habitantes estables.

El 10 de noviembre de 1985 el enorme caudal de agua rompió el terraplén de piedra y tierra, e inundó gran parte de la localidad. La villa desapareció. Para 1986, el pueblo estaba 4 m. bajo el agua, llegando en 1993 a más de 10 m. La posta fue tomada por la población de Carhué, a pesar de que al momento de perderse la Villa Epecuén no quedaban en Carhué hoteles ni lugares donde hospedarse. En 2001, Carhué encaró el proyecto Termas de Carhué, contando con más de 700 plazas, museos, turismo rural y de estancias, turismo ecológico e histórico.
Actualmente el agua, altamente salina, retrocedió significativamente en los últimos años, dejando expuesta gran parte del pueblo. Aun son visibles el trazado de las calles, las casas, el dique de contención y negocios. Sin embargo abundan árboles muertos, edificios en ruinas y vehículos oxidados.

Es solo un recuerdo de esa villa que fue el hogar de más de 5.000 residentes y cerca de 300 empresas.



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